Cinco ejemplares de eucaliptos centenarios
han sido talados tras ser declarados enfermos incurables
Una persona, para vivir diariamente, necesita el oxigeno que
producen 22 árboles; sin embargo, mientras la población del mundo aumenta, en
este mismo momento, cada día miles de árboles milenarios se están talando en la
Amazonía
Para hacer espacio al tranvía, muchos naranjos y plátanos
frondoso desaparecieron de la Avenida de la Constitución y, por otro motivo,
del Prado por decisión de
Monteseirín. Hoy cinco eucaliptos
centenarios que podían vivir al menos otros cien años en el Parque de María
Luisa de Sevilla, como consecuencia del descuido, de la agresión del ambiente o
del contagio, primero han sido declarados enfermos incurables y luego han
tenido una “muerte indigna asistida”.
A un proceso similar están sometidas las numerosas palmeras
que llegaron para la Expo del 29 provenientes de varias partes del mundo. Una
de ellas es de una especie de hace millones de años. Unas palmeras han muerto y
se mantienen como grises muñones testimoniales; las demás, que superan
ampliamente el centenar o enseñan sus
cavernosas heridas, o están sometidas a tratamiento o se encuentran
suportando la insoportable infección del implacable picudo rojo. Ojalá no sean
declaradas como enfermas incurables como ya ha sucedido con algunas de la
Avenida. Desde hace tres años no veo plantar árboles ni reemplazar la
vegetación agónica.
El Parque de María Luisa, a este paso, de forma silenciosa,
corre el peligro de convertirse en hospital y cementerio de la naturaleza que
tanto preocupó e inspiró a los románticos intelectuales, filósofos, poetas y
artistas del siglo XIX
¿Cómo es posible que suceda esto en Sevilla, cuya máxima
belleza precisamente proviene de su vegetación (“verde que te quiero verde”),
de su olor (“Huerto donde madura el limonero”), de su color (”tiene un color
especial”)? ¿Qué sería de esta ciudad sin azahares, damas de noche,
buganvillas, claveles, gitanillas, incienso y canela?, Responda usted, no
espere la de los poetas ni la de los políticos. La respuesta no la tienen
ellos, Imagine usted ¿qué sería el Alcázar sin rumos, sin olor y sin color?
“Pero lo que usted ha visto no solamente sucede aquí!, me
dice uno de los trabajadores que estaba amortajando con una afilada sierra uno
de los cinco eucaliptos del parque. “ Me contrataron para hacer lo mismo con
centenares de eucaliptos propiedad de la papelera de Huelva y también de pinos en Galicia ¿No se ha enterado que también están soportando las plagas”?
Un inconmensurable reajuste está haciendo la naturaleza
debido a la intensiva explotación de los recursos naturales no renovables,
pensé,
Cien años habrá que esperar para ver otro eucalipto como el
que ha muerto en el parque, mil años para ver tímidamente reverdecida la
Amazonía porque no admite una reforestación programada, sino solamente un lento
y largo proceso que hará posible la emergencia de factores similares a los de
la selva original
“¿Sabe usted? El picudo vino con las palmeras que se
importaron para las urbanizaciones que se construían en el litoral en plena
burbuja inmobiliaria; entró por Almería y Málaga, me dice el trabajador. ¿No se
hicieron los correspondientes controles?
En la era de la globalización capitalista hay muchos
intereses incrustados en los gobiernos. Estamos inmersos en una situación que ha provocado la
expulsión de sus lugares de nacimiento de más de 250 millones de personas hacia
los países llamados desarrollados en los cinco continentes, Desde 2008, uno de
cada dos habitantes, después de abandonar el campo porque allí la esperanza ha
muerto, ya vive en megaciudades (más de 20 millones de habitantes) y núcleos
urbanos
Estamos en la era de la implacable explotación intensiva de
los recursos naturales no renovables. En pocos años, en Borneo, cuatro millones
de hectáreas de bosque milenario se han convertido en monocultivo de palmas de
aceite y se proyecta hacer igual cosa en unos seis millones de hectáreas en
Malasia, además de 126,5 millones de hectáreas en Indonesia. Arrasan bosques
originales para sembrar palma de aceite. Una eficiente forma de conseguir el
lucro, sin importar la definitiva pérdida de la biodiversidad: aves
polinizadoras, insectos, bacterias, fauna menor, plantas, etcétera, y la pérdida del ciclo de la vida. ¿Cómo van a permanecer
en su lugar de vida los campesinos paraguayos si millones de hectáreas han sido
compradas por empresas chinas para cultivar soja y exportarla a China sin la participación de
trabajadores paraguayos?
En medio de esta situación el Parque de María Luisa, un
incomparable Bien de Interés Cultural, no está acechado solamente por las
plagas naturales, sino también por los vándalos, y lo que es peor: los
responsables de su protección no
consiguen hacer lo suficiente
Jorge Benavides Solís / 13.11.2013
Coincido casi plenamente con el contenido de este artículo
que me ha enviado su autor, rectifico que el número de eucaliptos talados en el
Parque de María Luisa es muy superior a cinco, y nunca tuve el convencimiento
de que estuvieran tan enfermos.
Respecto al arbolado del viario público estoy segura que la
mayoría de los problemas que sufren nuestros árboles, solo hay que observarlos,
son las podas inadecuadas y efectuadas de la peor manera y muchas veces a
destiempo.
En la Avenida de Rafael Salgado se talaron todas las Robinias
existentes para sustituirlas por Acacias del Japón, tuve la ocasión de hablar
con personal que realizaba esta tarea, uno de los responsables me comento que
un empleado suyo, podador por profesión y con un bagaje de muchos años se había
presentado a un puesto, creo me dijo que para el Alcázar y resultó seleccionado
otro trabajador que no tenía ni experiencia
Cualquiera no pude realizar la poda de un árbol, hay libros
escritos sobre esta materia y su conocimiento
Actualmente si se ha efectuado la replantación de alguna
calle de nuestra ciudad, no obstante representa una gota de agua dentro de un
océano, pero el retraso que esta ciudad lleva con su arbolado no se soluciona
en dos días, no existe calle en la que
falten árboles en mal estado y alcorques vacios, cuando no ya eliminados
He comentado muchas veces que cuando viajo siento envidia, no
solo por el cuidado que en otras ciudades demuestran sus gobernantes respecto
al tema verde, sino incluso por el aprecio
que los ciudadanos en mayoría demuestran
tener
Posiblemente si los ciudadanos los valoraran los gobernantes
actuarían de distinta manera.
Aquí muchos los consideran simples postes que sirven para
amarrar la bici o la moto, para colocar propaganda, para las necesidades de su perrito, incluso para divertirse arrancándoles la
corteza
Se olvidan de que sin ellos no tendrían Oxigeno para
respirar y la respiración es función más
que vital en la vida
Si empezamos a valorar y exigir respeto a nuestros árboles en
la ciudad, la semilla puede extenderse. ¡Ojalá así sea!
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