De estilo gótico flamígero, fue construido para la exposición
Iberoamericana de 1929 por el arquitecto Aníbal González, está situado dentro
del Parque de María Luisa en la Plaza de América, se diseñó en honor de la
infanta María Luisa de Orleans que había donado a la ciudad la mayor parte de
los jardines que hoy conocemos con su nombre
A sus lados el Pabellón Mudéjar,
hoy museo de Artes u Costumbres Populares y el Pabellón de Bellas Artes, hoy
museo Arqueológico, los tres importantes edificios son de corte historicista e
independientes entre sí. Frente al
Pabellón Real encontramos un espacio
conformado por cuidados parterres y una serie de Glorietas, en su centro un
estanque en el que poder admirar unos grupos de nenúfares, cerrando el conjunto
la Glorieta de las Palomas
Se proyectó con idea de que
albergara las Colecciones Artísticas de
la Casa Real, se concluyó en 1916
Construido sobre gradas de piedra y precedido de un espacioso
atrio con asientos
En la zona de acceso, sobre pedestales en ladrillo tallado nos reciben
seis águilas en piedra artificial que sostienen los escudos de la
Monarquía Española (Señorío de Vizcaya, Reino de España. Ducado de Borgoña,
Señorío de Molina y Reino de Jerusalén), del escultor José Ordoñez. A ambos lados hay estanques, que posiblemente en
su momento tuvieron juegos de agua, hoy simplemente se ven como estanques
En el abundan los detalles
ornamentales realizados en ladrillo tallado y cerámica vidriada
Su planta de cruz griega sobre
base cuadrada, el cuerpo central de forma octogonal destaca por encontrarse
sobre elevado. Claramente podemos observar en su parte exterior el final del gótico y los comienzos
del plateresco, en el se insertan
arquerías rematadas por bellas cresterías que refuerzan su ornamentación
Destacable es la talla del
ladrillo realizada por los mejores
artistas José Roldan y francisco Reyes,
la cerámica realizada también por los pintores ceramistas más famosos como
Gustavo Bacarisas, y Manuel Rodríguez, las piezas en cerámica hueca que decoran
la fachada fueron realizadas por el escultor Antonio Bidón y el Pintor Manuel de la Cuesta
En sus cuatro vestíbulos se representaban por medio de cuadros cerámicos las cuatro ordenes militares: Montesa, Calatrava, Santiago y Alcántara
En el vestíbulo de entrada, actualmente existen preciosos paños cerámicos y escudos correspondientes a la orden de Montesa, y un magnifico artesonado, es lo único que queda
En sus cuatro vestíbulos se representaban por medio de cuadros cerámicos las cuatro ordenes militares: Montesa, Calatrava, Santiago y Alcántara
En el vestíbulo de entrada, actualmente existen preciosos paños cerámicos y escudos correspondientes a la orden de Montesa, y un magnifico artesonado, es lo único que queda
Es una pena que no dejen visitarlo, solo pude acceder al hall, aún
así me pareció que es una injusticia de
cómo esta conservado y tratado, Sevilla debería sentirse orgullosa de la obra de Aníbal González, pero no lo
demuestra en cómo trata sus edificios en realidad es una ciudad que se preocupa
poco por sus edificios emblemáticos, no tiene dinero para ellos,
lamentablemente si se tiene para otras cosas menos relevantes y los sevillanos
lo aceptan, demuestran falta de sensibilidad y de cultura y poco aprecio y
generosidad hacia los que vendrán a continuación
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