lunes, 8 de mayo de 2017

Nuevo acto de vandalismo en el recién restaurado Monumento a Bécquer – Parque María Luisa – Sevilla




Esta vez ha sido la amputación de los dedos de la mano de una de las figuras del conjunto monumental que conforma la Glorieta de Bécquer

Parece que fueron recogidos por Protección Civil para su restauración 

Los daños no están catalogados como graves, no obstante, la gravedad está en que un monumento recién restaurado no sea respetado, no solo atacan al monumento, atacan al parque, a la ciudad y atacan a todos los ciudadanos de bien que existen en la ciudad y que gracias a Dios son mayoría




Nos duele la boca de pedir vigilancia para nuestros parques

Quizás esta vigilancia sobrara si todos los ciudadanos fuéramos consecuentes, educados y respetuosos, algo que comienza desde que el ser humano entra en el mundo y en cuyo proceso interviene la sociedad en su conjunto, pero principalmente en su entorno familiar y escolar

He observado familias paseando con sus niños y pocas veces se les ha reprendido por actos que no deberían hacer, tal es así que cuando he visto a algún padre hacerlo me he acercado y le he ponderado su acción, alabando algo que debería ser la pauta normal, creo es triste

Me ha gustado la cita del director general de Parques y Jardines “Para educar a un niño hace falta la tribu entera” refiriendo un proverbio africano. Lo malo del caso es que en la actualidad cuando ves a algún niño haciendo algo impropio no te atreves a decírselo porque puedes encontrar un problema con sus progenitores, como a diario vemos les sucede a nuestros maestros

La sociedad, nuestra sociedad, es cada día más indulgente y más garantista, y quien la hace debería de pagarla, no abogo por latigazos, si por algo que pueda disuadir al vándalo de llevar a efecto sus actos, pero debemos de comenzare con la vigilancia y una vigilancia efectiva y recordando que los padres son responsables de sus criaturas mientras estas sean menores,



Por supuesto condenamos este acto vandálico

Lamentablemente es posible que el acto contra nuestro monumento no haya sido un niño, posiblemente haya sido un niño crecido bajo los efectos de alguna bebida o estimulante, restos aparecen en el parque como testigo de su consumo, y seguro ha ido el niño crecido, pero mal educado

Esperemos que los dedos de la dama que forman parte de la alegoría de algo tan bonito como es el amor, sean pronto repuestos, y mi mayor deseo de que estos hechos no tengamos que seguir denunciándolos, hagamos una reflexión, ¿encontraremos la forma de evitarlo?     

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